Los electrones son partículas constituyentes del átomo. Los electrones giran alrededor del núcleo del átomo y poseen carga eléctrica negativa. Su carga es contrabalanceada por la carga de los protones, de modo que, en condiciones normales el átomo es neutro. De esta forma, el número de electrones es igual al de protones en un átomo neutro. Este número depende del átomo, siendo diferente para cada elemento. Los electrones pueden moverse a través de determinados medios, siendo por eso, responsables de lo que se denomina corriente eléctrica. Así, en los metales, por ejemplo, una corriente consiste en el movimiento ordenado de electrones. La masa del electrón es mucho menor que la de los protones y los neutrones. En la figura 1 tenemos la representación de los electrones alrededor de un átomo. Los electrones también forman lo que se denomina rayos catódicos. Los rayos catódicos consisten en un haz de electrones emitidos en un tubo de vacío. Cuando se centra en una pantalla recubierta de fósforo producen puntos luminosos. Este es el principio de funcionamiento de los televisores y de los osciloscopios de rayos catódicos.