Las llaves ópticas son dispositivos sensores formados por un emisor de luz infrarroja, generalmente un LED y un fotosensor que puede ser un fototransistor o un fotodiodo.
Estas teclas tienen la forma que se muestra en la figura 1.
Cuando un objeto pasa a través de la abertura existente, la luz del emisor que cae sobre el sensor se corta y se genera una señal eléctrica.
El objeto puede ser parte de una máquina o un disco que contiene rayas transparentes y oscuras, como se muestra en la figura 2.
Con esta estructura, tenemos un codificador o codificador óptico que genera pulsos con el movimiento de una parte giratoria, lo que permite el control de su posición o la medición de su velocidad.
Las llaves ópticas también se utilizan para detectar la inserción de tarjetas en una máquina, la presencia de papel en impresoras y en muchas otras aplicaciones similares.