El silicio es el elemento número 14 de la tabla de clasificación periódica, teniendo peso atómico 28 y consistente en un metalóide tetravalente (4 electrones en la última capa de la valencia). El silicio se encuadra en el grupo de los materiales semiconductores siendo la base de toda la electrónica moderna. Dopado con impurezas se convierte en un semiconductor del tipo P o N, y sus empalmes resultan en comportamiento eléctrico que son la base de los componentes modernos. Así, con él se fabrican componentes como diodos, transistores, circuitos integrados y muchos otros. En la figura 1 tenemos la estructura de un átomo de silicio. Observe que hay 14 protones y 14 neutrones en el núcleo, el cual es circundado por 14 electrones siendo 4 en la capa de valencia.
El silicio se encuentra en abundancia en la corteza terrestre en forma de dióxidos (sílice o silicatos), consistente en el segundo elemento más abundante del planeta. Estos compuestos de silicio se utilizan en la fabricación de vidrios, cementos y cerámicas, también constituyendo de los productos conocidos como siliconas. Las siliconas son sustancias plásticas formadas por silicio, oxígeno, carbono e hidrógeno.
En la forma pura, el silicio forma una estructura metálica de color gris y brillo metálico. Esta estructura está formada por cristales. En la figura 2 tenemos la estructura de un cristal de silicio.
El silicio fue descubierto por Lavoisier en 1787 y su nombre viene del latín significando "roca dura". En la industria automotriz existen muchos compuestos importantes del silicio que se utilizan en los más diversos productos tales como:
Dióxido de Silicio (SiO2)
Silicatos
Carburo de silicio (SiC)
Nitruro de silicio (Si3N4)
Tetracloruro de silicio (SiCl4)
Siliconas
Las siliconas, en especial se utilizan en la fabricación de grasas resistentes a altas temperaturas, sellantes, sellos, abrasivos, vidrios, etc. Además, se utilizan en explosivos y pirotecnia además de implantes.