En el artículo anterior (AST012S) hablamos del entrelazamiento de ciencias y tecnologías con destaque especial de la electrónica con la astronomía. Este entrelazamiento con el avance fantástico de las tecnologías electrónicas está llevando a descubrimientos increíbles en el campo de la astronomía. Trataremos de algunas de ellas que mucho tienen que ver con la electrónica en este artículo.
En el artículo anterior tratamos de algunos recursos electrónicos actuales que están ayudando en el desarrollo de equipos de observación astronómica. Sin embargo, apenas arañamos en todo lo que está viniendo o que está por venir.
De hecho, dicen que en los próximos 10 años el mundo va a acumular una cantidad nueva de conocimientos equivalente a lo que la humanidad ha logrado en los últimos 2 000 años, tal es la velocidad con que se descubren nuevos descubrimientos. En la astronomía estamos viendo esto, y lo que está siendo descubierto con las nuevas tecnologías electrónicas es fantástico.
Vamos a dar algunos ejemplos en que la tecnología electrónica fue fundamental en los descubrimientos.
El agua en Marte - Esta sin duda fue una de las noticias más importantes de la astronomía que repercutió en la prensa, no sólo especializada, en los periódicos, revistas y otros medios, principalmente de internet. Usando las longitudes de onda apropiadas las ondas penetraron en la superficie de Marte, que es seca y porosa, reflejando en capas dotadas de agua, lo que posibilitó su detección.
Podemos hacer la analogía con un instrumento muy conocido que es el radar meteorológico existente en el pico de los aviones.
Lo que ocurre, y que ya estudiamos en nuestro curso de electrónica, es que las ondas de radio (como las ondas sonoras) reflejan en obstáculos que sean de mayores que su longitud de onda. Por lo tanto, usando una frecuencia apropiada, las ondas del radar pueden pasar por las gotas en suspensión en una nube, pero reflejan en las gotas más grandes que están en caída, es decir, la lluvia.
En el caso de las aeronaves, el radar meteorológico posibilita que el piloto desvíe de las nubes de tormentas. Por la señal reflejada se puede detectar la lluvia (agua). De forma análoga, se puede seleccionar una frecuencia que penetre en el suelo seco y poroso de Marte, pero refleje en posibles capas de agua. Fue lo que ocurrió. Otras noticias que demuestran que la tecnología está logrando superar obstáculos importantes en la investigación espacial son el lanzamiento de la sonda de la misión BepiColombo para explotación de Mercurio, ola la proximidad del sol hace que las temperaturas sean elevadísimas y la propia Sonda Solar Parker de la NASA que debe llegar a "sólo" 3,85 millones de kilómetros del sol.
Una tecnología fantástica debe ser utilizada no sólo en función del calor, sino en función de otros tipos de radiación emitidas por el astro-rey que pueden destruir cualquier circuito electrónico común. Otra investigación que involucra tecnología es la que envuelve el análisis de la radiación emitida por la luna Europa que gravita alrededor de Júpiter, la cual recubierta de una capa de hielo podría tener agua líquida en sus profundidades.
En esa agua podrían vivir criaturas semejantes a las que existen en la tierra. Según los investigadores, existe una capa de 10 a 30 km de hielo sobre esta luna y debajo de ella capas o bolsas de agua líquida. Una sonda estaría siendo creada para analizar la existencia de microorganismos o moléculas orgánicas en emanaciones de vapor o agua líquida que ocurren en aquel planeta, como muestra la imagen de la NASA de la Figura 3.
En el pasado, cuando estudiábamos astronomía en la escuela, aprendíamos que Jupiter tenía 11 lunas. Cuando algunos más fueron descubiertos, un gran alboroto se apoderó de todos y después de eso, se volvió común el descubrimiento de nuevas lunas, en el que es el más grande de todos los planetas.
Hoy las lunas son descubiertas "las docenas", y es lo que ocurrió. Anunciada en internet tuvimos recientemente el descubrimiento de 12 nuevas lunas gravitando alrededor de Júpiter. Por supuesto que son todas pequeñas, no comparadas las más grandes que incluso con pequeños telescopios podemos ver. La menor tiene sólo 1 km de diámetro, pero muestra que la tecnología está logrando "ver" objetos cada vez más pequeños.
Con eso, ya tenemos 12 lunas sumadas a las 53 lunas oficiales y algunas no oficiales lo que, con las "no oficiales" llevaría a un total de 79 lunas. Y tenemos más que hablar, lo que exploraremos en nuevos artículos de esta sección.