En los últimos tiempos una oleada de artículos fueron publicados en internet anunciando que la tierra estaría en peligro por la caída de meteoritos, cometas, asteroides y mucho más que vendrían del cielo en nuestra dirección. El exceso de sensacionalismo y la desinformación contribuyen a una confusión general que normalmente nos llevan a tener que aclarar mucho. Este artículo ayuda a los que están aterrorizados por la posibilidad de caída de uno de esos bólidos en sus cabezas.

Sabemos muy bien que el espacio está lleno de cuerpos celestes que van mucho más allá de las estrellas, planetas y satélites que estudiamos en la escuela. Cuerpos de menor tamaño, algunos con apenas unos milímetros de diámetro hasta los que poseen cientos de kilómetros de diámetro vagan por el espacio, y en algunos momentos pueden amenazarnos. Son miles de millones de ellos que se esparcen por nuestro sistema solar e incluso en su periferia, resultado de los más diversos fenómenos que van del deshecho de planetas, residuos de la formación de nuestro sistema solar e incluso venido de fuera, de otros sistemas.

La astronomía clasifica estos cuerpos de forma bien definida:

Asteroides - Comenzamos por los asteroides, que son los mayores, que partiendo de aproximadamente 1 km pueden llegar a cientos de kilómetros. Estos cuerpos vagan por el sistema solar en órbitas elípticas que, en determinados momentos, cruzan con la órbita de la tierra. Ellos son originarios de fenómenos violentos que pueden haber ocurrido en nuestro sistema solar desde la época de su formación como la colisión de planetas. El cinturón de asteroides entre marte y júpiter sería consecuencia de la colisión de dos planetas que en el pasado gravitaban en esa región.

Sin una forma definida, consisten en enormes rocas. En el caso en que sean muy grandes se llaman planetas. Podemos citar como ejemplo Vesta que tiene un diámetro promedio de 530 km habiendo sido recientemente promovido a la "protoplaneta".

La mayoría gravita entre marte y Jupiter, pero hay algunos que se acercan a la tierra siendo llamados "near earth objects". Y por ser grandes y fácilmente detectables, pueden ser monitoreados con facilidad. Ninguno de ellos, al menos en los próximos años, constituye una amenaza para la tierra. Los menores también se llaman meteoroids.

Realmente si vienen a tener una órbita que cruce con la de la tierra y en el momento en que eso ocurre, hay probabilidad de colisión los efectos serán catastróficos para nosotros.

 

Imagen: Por NASA / JPL-Caltech / UCLA / MPS / DLR / IDA - [1], [2], Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=15835188
Imagen: Por NASA / JPL-Caltech / UCLA / MPS / DLR / IDA - [1], [2], Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=15835188

 

En el sitio Apolo 11 – Brasil (www.apolo11.com.br) el lector encontrará un "monitor de asteroides" que de la posición, tamaño, distancia de paso en relación a la tierra y velocidad de los asteroides que son monitoreados.

Por ejemplo, en el momento en que escribo este artículo (07/05/2019) estará pasando a 5 millones de kilómetros de la tierra el 2019 HQ3, Este asteroide tiene 35 metros de diámetro. Lo interesante de este sitio es que clasifica por colores los asteroides según su grado de peligrosidad. En el caso, por la distancia, está lejos de ser amenazador, aunque viajando a decenas de kilómetros por segundo, un impacto tendría el mismo poder de diversas bombas atómicas.

Cometas - Los cometas tienen una naturaleza completamente diferente de los asteroides. Que consisten en masas que pueden tener un núcleo rocoso, pero envuelto en hielos y gases solidificados por las bajas temperaturas del espacio en el lugar en que formaron.

Normalmente, tienen origen más allá de Saturno donde reinan temperaturas extremadamente bajas, con mayor concentración en la llamada nube de Oort. Kuiper mostró que muchos cometas de corto período se originan más allá de Neptuno. Su órbita, al contrario de los demás cuerpos que poseen órbitas casi circulares es muy alargada lo que significa que de vez en cuando se acercan al sol. Muchos se desprenden de la nube remota y caen hacia el sol, pasando a gravitar con una nueva órbita alargada alrededor de él.

Así, de vez en cuando esos cuerpos pasan cerca de la tierra en orbitas alargadas ocurriendo entonces un efecto especial. Los gases y el polvo que los recubre se evapora formando una causa que los caracteriza.

 

Imagen de un cometa
Imagen de un cometa

 

El más famoso es el de Halley que tiene un periodo de 76 años y que pasará por aquí en 2061. En el momento está llegando a su punto más alejado del sol a más de 5 mil millones de kilómetros.

¿Pueden amenazarnos? Sí, si su órbita se cruza con la nuestra y hay posibilidad de impacto. Su diámetro es de varios kilómetros y la velocidad del impacto sería enorme. ¿Hay otros?

Sí, y debemos monitorearlos. Hasta mayo de 2005 se registraron más de 3 600 cometas Observe que diferente de los meteoros que veremos a continuación, el cometa no pasa de un parpadeo de ojos por la tierra. Su pasaje puede tardar días y se queda casi parado en el cielo, cambiando de posición muy lentamente, lo que permite su fácil observación con lunares, binoculares y telescopios.

Los meteoros - son cuerpos con la misma naturaleza de los asteroides, pero con dimensiones mucho menores. Cuando están en el espacio se llaman meteoroid. Sin embargo, cuando entran en la atmósfera de la tierra a una velocidad que puede llegar a los 40 km por segundo, la fricción los inflama y produciendo entonces un rastro luminoso por la evaporación de su materia. La mayoría que no pasa de unos centímetros de diámetro se evapora totalmente en este trayecto. El meteoro entonces "desaparece" después de ser visible por algunos segundos. Sus restos caen entonces sobre la superficie de la tierra en forma de polvo.

 

Un meteoro
Un meteoro

 

Otros, mayores logran llegar hasta la tierra y dependiendo del tamaño pueden abrir cráteres. Son los bólidos o meteoritos que en algunos casos pueden tener kilómetros de diámetro como el que habría sido la causa de la extinción de los dinosaurios. La tierra está cubierta de cráteres creados por el impacto de meteoros, la mayoría hace millones de años estando erosionados o cubiertos de vegetación, casi siendo imposible identificarlas.

Según se afirma, la ciudad de Carapicuíba – SP - Brasil estaría dentro de uno de esos cráteres producidos por un meteoro que cayó en el lugar hace millones de años! Como hay millones de meteoritos gravitando en nuestro sistema, la cantidad de los que cae en la tierra es muy grande, aunque la gran mayoría es de los pequeños. Se estima que todos los días cerca de 100 toneladas de meteoros cae sobre la tierra, pero pocos son visibles (cuando caen por la noche) y menos aún los que consiguen llegar aquí abajo.

Como los menores no causan tanto estragos y los mayores pueden ser monitoreados, no consisten en grandes amenazas pues no detectamos ninguno todavía que realmente esté en rutas de colisión. El último grandón que tenemos registro tenía aproximadamente 10 toneladas y cayó en Rusia en 2013.

Y, por hablar en peligro sólo se sabe hasta hoy de una persona que ha sido golpeada directamente por la caída de un meteoro. Un meteoro de 12 cm aproximadamente alcanzó a Ann Hodges de 34 años el 30 de noviembre de 1954 en el Alabama. El meteoro pesaba aproximadamente 4,5 kg habiendo agujereado el techo de su casa habiendo alcanzado una radio y plegado para herirla. Ella sobrevivió.

De vez en cuando la tierra cruza la órbita de un cometa. En este caso, los residuos de la evaporación de su material pueden resultar en meteoritos. Como son muchos, durante el período en que ocurre este encuentro, muchos entran en la atmósfera terrestre causando el efecto de una "lluvia de meteoros". Un espectáculo hermoso que se puede ver en las localidades oscuras y que se anuncian en las revistas, periódicos e internet.

 

Lluvia de meteoritos asociada al cometa de Tempel-Tuttle
Lluvia de meteoritos asociada al cometa de Tempel-Tuttle

 

No se preocupe que la probabilidad de que uno de ellos llegue aquí abajo y golpearlo es muy pequeño.

 

 

 

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